A nadie le gusta recibir opiniones negativas -ni en el trabajo ni en la vida-, pero no somos “monedita de oro” para gustarle a todo el mundo, y además cada persona tiene sus propios valores, creencias y objetivos, por lo que la crítica va a estar a la orden del día.
Junto con la instancia del feedback, la crítica es uno de esos momentos difíciles de abordar en los ámbitos laborales, por lo que muchas personas prefieren evitarlos, pero escapar de aquello que nos preocupa o que no sabemos resolver nunca es una buena opción; por eso, hace un tiempo te compartí algunas consideraciones a la hora de abordar conversaciones difíciles para que te sientas más preparad@ y confiad@
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Entonces, ¿cómo reaccionar frente a las críticas? Lo primero que debemos hacer al momento de recibirla, sea de quien sea (jef@, amig@, pariente), es saber que tod@s tenemos puntos de vista diferentes sobre las situaciones, recordar que cada un@ habla desde su contexto personal, es decir, desde su marco mental, desde sus creencias, su trayectoria y experiencia, desde sus emociones y necesidades. Frente a este contexto, podemos reaccionar de 2 maneras: la asociada, que es cuando una situación la vivimos como si nos estuviera pasando realmente, experimentando las emociones y sensaciones del momento; y la disociada, cuando ponemos distancia emocional y lo experimentamos como si estuviéramos “viendo una película”, es la forma de ver el hecho, pero sin emoción, es decir, de manera objetiva.
El ideal es que nos podamos asociar, es decir vivir y revivir las emociones de las experiencias placenteras y disociar de aquello que nos genera dolor, no para evitarlo sino para verlo de manera más objetiva.
Te comparto este check list para (re)accionar frente a las críticas:
- El primer paso es disociarse. Escuchar y recordar que un@ dice lo que dice y el otr@ escucha lo que escucha, entonces no reaccionar impulsivamente y mantener una distancia emocional.
- Serenarse. Tenemos que entender que el otr@ tiene su propia escala de valores, su propio marco mental, entonces, tal vez, desde su punto de vista nuestro accionar sea criticable, pero no desde el tuyo. ¿Eso significa que tiene la razón o que yo tengo la razón? ¡No! Significa que tenemos experiencias diferentes, que no coincidimos y quizás puedo tomar algo de lo que me dice para sumar o mejorar, no para complacer, sino para nutrirnos, evolucionar, desarrollar nuevas habilidades, crecer, y convertirme en mi mejor versión.
- Responder de manera calmada. Si en el momento no podés hacerlo porque te genera una reacción impulsiva, es bueno aprender a pedir tiempo y, si es necesario, hacerlo de forma concreta: respirá, avisale al otr@ que te vas a tomar tiempo para darle una devolución porque no podés en ese momento, y esperá a que tus emociones te dejen responder.
- Determinar si la crítica es verdadera o falsa. ¡Validá los hechos! Te invito a repasar la nota Dar feedback efectivo y constructivo ¡es posible!, donde desarrollo esto. De este modo, si eso que te dijo es verdadero, agradecé la observación y tomá un plan de acción para iniciar un cambio; y si no lo es o es no es expansivo para tu realidad y objetivos, también agradecé por la observación, pero mantené tu postura.
¡Dejá de tenerle miedo a las críticas, gestionalas y sacá el máximo provecho para tu crecimiento!
Por Verónica Salatino, Verónica Salatino, Licenciada en Comunicación (UBA) y Coach Ejecutiva (ICF), Head & Founder de Makana Comunicación Estratégica & Coaching Ejecutivo.
